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el ladrillø
paseo antiacadémicø
Hace 3.500 años que inventamos el horno y lo primero que se hizo en los hornos fue pan y fueron ladrillos.

Los ladrillos, en realidad, en la forma que les conocemos actualmente tienen 10.000 años se inventaron en Jericó. Sin embargo hubo un cambio grande con la invención del horno hace 3500.

Ese es el vínculo entre el ladrillo y el pan. En el horno además de empezar a hacerse pan empezaron a cocerse los ladrillos, que se hacían con adobe empezaron a tener un tipo de cocción a 800 grados celsius durante 15 horas dándole la consistencia que nosotros conocemos hoy.

Imagino que todos nosotros alguna vez en la vida agarramos un ladrillo. Empezaron a cocerse en la zona de Napoli, utilizando un poco de cenizas del Vesubio y un poco de piedra caliza.

Todo el imperio romano está construido sobre el ladrillo. El imperio romano es el imperio del ladrillo.

A medida que se construía su imperio lo que iba llevando era el ladrillo. Hacía los caminos, el ladrillo hacía los acueductos, el sistema sanitario de una ciudad, las alcantarillas. Todo eso estaba construido por los ladrillos.

El ladrillo parecido al pan, son cosas milenarias que están ahí. En un piso 25 miro por la ventana: ladrillos. Están ahí enfrente, la construcción de enfrente está hecha con ladrillos y tienen 10.000 años. Los de Jericó, 3500 los que empezamos a cocinar en los hornos el ladrillo.








Los fabricantes de ladrillos en la antigua roma hacían una cosa que a nosotros nos cuesta comprender pero que es muy interesante: firmaban los ladrillos pero no con su nombre. Decían "fecit" qué quiere decir en latín, yo soy o yo estuve aquí, una firma sin nombre.

Algo parecido, dice Richard Sennet (antropólogo), a lo que pueden hacer programadores. Software, que nosotros los que no conocemos, ni siquiera nos enteramos, pero están atrás de eso de alguna manera sosteniendo del mismo modo que los artesanos ladrilleros sostienen los espacios que nosotros después habitamos y ellos los firmaban con esta cosa tan particular que es dejar una marca sin nombre. Dejar un rastro.

Y por qué les cuento lo de los ladrillos, porque nosotros, y cuando digo nosotros digo los que somos uruguayos, tenemos a Eladio Dieste que es un ingeniero que se estudia en las facultades de arquitectura de todo el mundo.

Creó todo un nuevo sistema de construcción, un nuevo modo de
de ver por donde entra la luz, pero agarró el ladrillo e innovó. Y él dijo que agarró un material ancestral en un país donde hay una mano de obra que conocía el objeto, que sabía cómo trabajar el ladrillo para proyectar una innovación.

Una innovación que para Eladio Dieste estaba sostenida en la tradición. “Los vende humo” no tienen historia porque no saben lo que es la tradición porque piensan que su generación inventó todo y tiene todas las respuestas y no saben entrar en esta trama. En esta trama que entró un tipo como Dieste.

Entran los que se dan cuenta de que estamos sostenidos por generaciones anteriores a nosotras que nos llegan una tradición que tenemos que proyectar y que cambiarla y que innovarla.

Es nuevo lo que hizo Dieste y lo hizo con ladrillos que tienen 10 mil años y repito 10.000 porque en este tipo de actividades y los que estamos en la prensa estamos viendo cómo esto se acelera, cosas de hace 10 años nos parecen insólitas, pero uno abre el messenger escucha el ruido del primer internet y es prehistórico. Es verdad, son prehistóricos y es alucinante lo que está pasando de todo lo que proyecta.

Pero también es alucinante ver en este tiempo como sigue habiendo pan y como siguen habiendo ladrillos porque nosotros estamos en ellos. En esas historias y en esas tramas.

Lo que tiene es escala humana. Está hecho porque cabe en la mano, todos nosotros podemos agarrar un ladrillo con la mano y cuando vos ves una pared inmensa de ladrillos lo que ves es una pequeña suma de efectos humanos.
Eladio Dieste:
"la tradición es el trampolín para innovar" refiriéndose a la ingeniería.

También en la vida, en la arquitectura o en todo.
< Fragmento conferencia:
Los “vende humo" no tienen historia Facundo Ponce de León >